La sorprendente verdad sobre una dieta baja en grasas

¿Es una dieta baja en grasas buena para ti? Las directrices dietéticas oficiales del gobierno han aconsejado a la gente a seguir una dieta baja en grasas durante décadas.

Los estudios científicos han estado examinando la relación entre las dietas altas en grasas y los altos niveles de colesterol desde los años 40. Los hallazgos han dado lugar a que la corriente principal adopte la opinión de que la grasa en la dieta es mala y que seguir una dieta baja en grasa puede prevenir ciertas enfermedades crónicas como las enfermedades cardíacas. Pero, ¿la nueva evidencia sugiere lo contrario?

Dieta baja en grasas

En los años 80, los trabajadores de la salud, el gobierno y la industria alimentaria promovieron dietas bajas en grasas. Mirando hacia atrás, está claro que las pautas de grasa establecidas entonces carecían de evidencia. En 1977 y 1983 se publicaron en los Estados Unidos y en el Reino Unido directrices dietéticas sobre la ingesta de grasas, en las que se recomendaba la reducción de la ingesta de grasas en la dieta. Desde entonces, los estudios que apoyaron estas recomendaciones han sido criticados por carecer de una base de evidencia.

Dicho esto, estos estudios no estaban del todo equivocados ya que se ha demostrado que las grasas saturadas (mantequilla, crema) aumentan los niveles de colesterol en la sangre, sin embargo las grasas poliinsaturadas (salmón, aguacate) los disminuyen. Los estudios más grandes en este campo no han mostrado efectos en la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas o cáncer.

La enfermedad coronaria es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Según un estudio de la Universidad de Oxford, las enfermedades cardiovasculares (CVD) son la mayor causa de muerte en Europa, representando alrededor del 45% de las muertes cada año. La principal causa de la ECV es la acumulación de sustancias grasas en las arterias, siendo el colesterol alto una de las principales causas de ello.

Se dice que una dieta poco saludable es el principal factor para tener altos niveles de colesterol, principalmente por comer alimentos con altos niveles de grasas saturadas. La reducción del riesgo de enfermedades cardíacas puede lograrse mediante la reducción del consumo general de grasas. También se deben intercambiar las grasas saturadas por grasas insaturadas. Las fuentes de grasas insaturadas «buenas» incluyen el aguacate, varios tipos de nueces, aceite de oliva, salmón.

Beneficios de una dieta baja en grasas

Las dietas bajas en grasas han sido ampliamente estudiadas durante décadas y muestran el potencial de ser beneficiosas para mejorar varias condiciones, incluyendo la diabetes y la obesidad.

Diabetes tipo 2

Se ha demostrado que seguir una estricta dieta baja en grasas conduce a mejoras en las condiciones de salud de las personas que sufren de diabetes de tipo 2. Por ejemplo, este estudio encontró que una dieta baja en grasas redujo o detuvo completamente la dependencia de la terapia de insulina en el 58% de los individuos. El mismo estudio también demostró que 63 de cada 100 personas tenían niveles reducidos de azúcar en la sangre cuando seguían una dieta baja en grasas.

Obesidad

Aunque es bien sabido que las dietas altas en grasas son «poco saludables», los niveles de obesidad en todo el mundo han ido aumentando durante décadas. Las recomendaciones dietéticas actuales sobre la ingesta de grasa equivalen a una dieta moderada en lugar de una dieta baja en grasas. La grasa como macronutriente es el nutriente más denso en energía, con un rendimiento de 9 calorías por gramo. En comparación, los carbohidratos y las proteínas, ambos producen 4 calorías por gramo.

Debido a esto, la reducción de la ingesta de grasa mejorará la pérdida de peso siempre y cuando sea consistente con el consumo de calorías en general. No es raro que los profesionales de la salud incluyan esta recomendación en los planes de pérdida de peso. La dieta baja en grasas se ha utilizado eficazmente para tratar la obesidad en individuos con resultados sorprendentes. Un estudio de 106 individuos obesos encontró que seguir una dieta baja en grasa resultó en la pérdida de 140 libras (63.5 kg) de peso en promedio.

El resultado final

Limpiar la dieta y eliminar las grasas procesadas reducirá sin duda el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, una dieta alta en grasas saturadas no es la única causa del desarrollo de la enfermedad coronaria (CHD). La CHD puede desarrollarse debido a múltiples factores de riesgo, lo que significa que usted puede necesitar mejorar más de un aspecto de su estilo de vida. Por ejemplo, fumar tabaco es uno de los principales contribuyentes a las enfermedades cardíacas y se ha demostrado que daña los vasos sanguíneos al estrecharlos.

El colesterol alto y la presión arterial alta también están asociados con la falta de actividad física. Hacer ejercicio regularmente ayudará a reducir estas condiciones y a mantener un peso saludable.

Este artículo apareció por primera vez en GYMNASIUMPOST.com el 14 de mayo de 2020,

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